jueves, 27 de diciembre de 2012

"Fórmula para crecer"



Muy buenas mis querid@s,
Este texto llegó a mi un poco tarde, ya que esta Sra. Lo escribió hace tiempo. Como es de tanta actualidad y los deseos, porque no renovarlos, simplemente como aquí, cambiando las fechas :)

Disfruten y sean buenos

Dany

"Fórmula para crecer"  por Pilar Sordo (psicóloga y escritora chilena)

 Mi percepción a medida que envejezco es que no hay años malos. Hay años de fuertes aprendizajes y otros que son como un recreo, pero malos no son. Creo firmemente que la forma en que se debería evaluar un año tendría más que ver con cuánto fuimos capaces de amar, de perdonar, de reír, de aprender cosas nuevas, de haber desafiado nuestros egos y nuestros apegos. Por eso, no debiéramos tenerle miedo al sufrimiento ni al tan temido fracaso, porque ambos son sólo instancias de aprendizaje.
Nos cuesta mucho entender que la vida y el cómo vivirla depende de nosotros, el cómo enganchamos con las cosas que no queremos, depende sólo del cultivo de la voluntad. Si no me gusta la vida que tengo, deberé desarrollar las estrategias para cambiarla, pero está en mi voluntad el poder hacerlo. “Ser feliz es una decisión”, no nos olvidemos de eso.
Entonces, con estos criterios me preguntaba qué tenía que hacer yo para poder construir un buen año 2013 porque todos estamos en el camino de aprender todos los días a ser mejores y de entender que a esta vida vinimos a tres cosas:
-a aprender a amar
-a dejar huella
-a ser felices
En esas tres cosas debiéramos trabajar todos los días, el tema es cómo y creo que hay tres factores que ayudan en estos puntos:
-Aprender a amar la responsabilidad como una instancia de crecimiento. El trabajo sea remunerado o no,  dignifica el alma y el espíritu y nos hace bien en nuestra salud mental.
En Chile el significado del cansancio es visto como algo negativo de lo cual debemos deshacernos y no cómo el privilegio de estar cansados porque eso significa que estamos entregando lo mejor de nosotros. A esta tierra vinimos a cansarnos, para dormir tenemos siglos después.
-Valorar la libertad como una forma de vencerme a mi misma y entender que ser libre no es hacer lo que yo quiero. Quizás el 2013 deberíamos ejercer nuestra libertad haciendo lo que debemos con placer y decir que estamos felizmente agotados y así poder amar más y mejor.
-El tercer y último punto a cultivar durante el 2013 es el desarrollo de la fuerza de voluntad, ese maravilloso talento de poder esperar, de postergar gratificaciones inmediatas en pos de cosas mejores. Este a mi juicio es el gran elemento a educar no sólo el 2013 sino que durante todo el siglo XXI.
Es dentro de todo este trabajo donde nos debiéramos concentrar en sentarnos en la mesa en familia, mínimo una vez a la semana, ojala todos los días.
Apagar las pantallas mientras estamos comiendo, no contestar teléfonos, sentir que los únicos ruidos que se escuchan sean los de nuestras voces.
Hacernos cariño y tratarnos bien como país y como familia, saludarnos en los ascensores, saludar a los guardias, a los choferes de las micros, sonreír por lo menos una o varias veces al día. Querernos.
Crear dentro de nuestras casas, hogares, y para eso tiene que haber olor a comida, cojines aplastados y hasta manchados, cierto desorden que acuse que ahí hay vida. Nuestras casas independientes de los recursos se están volviendo demasiado perfectas que parece que nadie puede vivir adentro.
Tengamos contacto con la naturaleza, juguemos, riamos y démonos el tiempo de compartir con los abuelos, imprimámosle las fotos para que las vean como a ellos les gusta y disfrutemos de sus sabidurías. Obliguemos a nuestros hijos a compartir con ellos, así entenderán sus historias.
Tratemos de crecer en lo espiritual, cualquiera sea la visión de ello. La trascendencia y el darle sentido a lo que hacemos tiene que ver con la inteligencia del nuevo siglo: la inteligencia espiritual.
Tratemos de dosificar la tecnología y demos paso a la conversación, a los juegos “antiguos”, a los encuentros familiares, a los encuentros con amigos, dentro de casa. Valoremos la intimidad, el calor y el amor dentro de nuestras familias.
Si logramos trabajar en estos puntos y yo me comprometo a intentarlo habremos decretado ser felices, lo cual no nos exime de los problemas, pero nos hace entender que la única diferencia entre alguien feliz o no, no tiene que ver con los problemas que tengamos sino que con la ACTITUD con la cual enfrentemos lo que nos toca.
El 2013 vendrá con lo que tenga que venir, todo será necesario y maravilloso, lo bueno, lo malo, lo bonito y lo feo, acojámoslo con amor y con gratitud y con el alma abierta a todo lo que tendremos que aprender de él. FELIZ 2013, y que Dios los bendiga a todos." 

lunes, 17 de diciembre de 2012

Tolerancia y aceptación



Tolerancia y aceptación

La tolerancia es una virtud y a la vez es una fortaleza, lo que podríamos denominar también un poder espiritual. En nuestra vida la tolerancia es clave para que podamos mantener equilibrio y estabilidad en medio de las adversidades, retos y pruebas que se nos presentan.

Se puede decir que el nivel de tolerancia que tenemos al dolor y la negatividad, es un indicador claro de nuestro nivel de poder espiritual, y también de la profundidad y madurez que hemos desarrollado.

Gracias a la profundidad y la madurez, podemos ver más allá de la superficie de las situaciones, entendiendo el significado profundo de cada escena. Manteniéndonos conectados con nuestra verdadera naturaleza de paz, nos mantenemos tolerantes y nos acomodamos a los diferentes desafíos que se nos presentan a través de las relaciones, la salud, las situaciones...

Con tolerancia, el corazón se abre y crea espacio para el dolor que hay dentro del ser y a nuestro alrededor, para aceptar ese dolor y así poder transformarlo. Cuanto más aceptamos el dolor, en sus diferentes manifestaciones (espiritual, mental, emocional y físico), más estamos en disposición de desapegarnos y trascenderlo.

Algunos indicadores de la falta de tolerancia son una actitud reactiva, susceptible, una tendencia a evitar y evadirnos de todo lo que percibimos como desagradable o doloroso. Lo que no entendemos en ese momento es que, en realidad, estamos protegiendo nuestra propia debilidad.

La tolerancia se fortalece nutriendo nuestro ser espiritual con el poder del silencio, sumergiéndonos en la experiencia del silencio, accediendo a la fuente de luz y poder espiritual. A medida que el alma se recarga y se fortalece, se va equipando con el poder de tolerancia necesario para navegar con éxito por el mar de la vida.

Brahma Kumaris World Spiritual University  

domingo, 9 de diciembre de 2012

Libertad en cadena



Libertad en cadena

Cuando se investiga una realidad tan deplorable como la esclavitud, se corre el riesgo de odiar. Otras veces, víctimas de una desgracia mayor, llegamos a comprender las causas, y no importa si lo aprobamos o no; con comprenderlo, hemos aceptado que somos capaces de subyugar a un congénere, más débil por cierto. Pero, al mismo tiempo, somos complejos y debemos seguir y seguir escarbando en el cementerio porque, casi sin excepción, encontramos personas que nos inspiran. Entre 1835 y 1861, Sussan Howard, latifundista de Carolina del Sur, ayudó a que 37.328 negros comprasen su libertad.

Su hacienda no destacaba por su extensión ni por la fertilidad de su tierra. Tenía 80 hectáreas y costaba igual cantidad de sudor hacerlas producir. Además, de cara a la sociedad, Sussan Howard era propietaria de 254 esclavos. De puertas adentro, su organización llegó a contar con 37.583 miembros.

Cuando heredó la hacienda, no supo qué hacer con ella. Howard era una abolicionista de espíritu —con la boca cerrada—. Pidió consejo. Le recomendaron vender. Con ese dinero podía establecerse cómodamente en Washington y expresar sus opiniones entre otras mujeres que compartían sus ideas. Decir lo que uno piensa resulta siempre tentador. No obstante, hizo caso a sus razonamientos mudos. Conservó sus tierras y sus principios.

No tomó decisiones precipitadas. Había conocido blancos de todas las calañas y los negros no tenían por qué no ser tan diversos por dentro. Se dedicó a conocerlos personalmente e investigó sobre la cultura de las tribus de las que provenían. Una vez que se sintió preparada, vendió a los que podían poner en peligro el objetivo común. Le produjo un gran pesar, pero no flaqueó. Esperó un tiempo prudencial antes de despedir a los capataces y al administrador. Ese mismo día,  habló con las tres personas (Boja, Manarí y Tuncuo) en las que se apoyaría hasta su muerte. Después, convocó al resto de esclavos y les explicó su plan.

Manarí y otros 10 fueron enviados a Francia. Allí, dependiendo de sus capacidades y habilidades, estudiaron en la escuela y luego en la universidad o, directamente, aprendieron un oficio artesanal. Una vez que empezaban a trabajar, como hombres libres, contribuían con una cuota variable a la ‘organización’. Manarí enviaba parte de ese dinero a Miss Howard y, con lo que quedaba, en un comienzo, pagaba los alquileres donde vivían. Cuando llegaron a ser cientos o miles, lo invertía en comprar viviendas y emprender negocios.

Para mantener aguda la memoria, cada quien conservaba sus grilletes en una bolsa de algodón.
Con el dinero que llegaba a Carolina del Sur, compraban esclavos de otras haciendas. De preferencia, parientes. Éstos entraban a remplazar el trabajo de aquellos que eran enviados a Francia a continuar con el ciclo.

Al poco tiempo, Miss Howard instauró una escuela interna y un taller de oficios. Los maestros eran compañeros que habían regresado de Francia. De esa manera, la cadena de liberalización se agilizó. Ya no necesitaban ir a estudiar previamente. Iban preparados para trabajar.
En 1861, al desatarse la guerra de secesión, un grupo de sureños exaltados que sospechaban de las acciones abolicionistas de Howard, quemaron su casa y la colgaron. Los 254 negros que la intentaron defender —entre los que estaban Boja y Tuncuo—  murieron con ella.

Respetando los deseos previos de Sussan Howard, sus restos fueron arrojados al mar en medio de la travesía entre América y Europa. Lo que ella no imaginó fue el tamaño de su ataúd. Era descomunal. Se hundió con el peso de los grilletes de todas las personas que había ayudado a liberar.


martes, 27 de noviembre de 2012

PIDE HASTA QUE TE DIGAN SI



Muy buenas,
Hoy es un día muy especial para este blog porque cumple un año...guauuu, un año ya. Y me paré a mirar lo volcado en él, los aportes de los amigos y conocidos, y de los comentarios que ilusionan a seguir buscando.

Muchas gracias gente por estar ahí, da gusto buscar para ustedes.

Aquí, un aporte de una amiga que es otra buscadora como yo. 

buenos, a seguir disfrutando y, como diría un grande: ¡Vermouth con papas fritas y good show! 


PIDE HASTA QUE TE DIGAN SI 

Érase una vez una pareja  en sus sesenta años que cumplía sus bodas de plata. Durante la celebración tuvieron la visita de un hada madrina que les dijo: "Como premio por haber tenido un matrimonio ejemplar durante 25 años, les concedo a cada uno un deseo.
"¡Quiero hacer un viaje alrededor del mundo con mi querido marido!" , pidió la mujer. El hada movió la varita mágica y...¡abracadabra! Los pasajes aparecieron en sus manos.
Cuando le tocó el turno al marido. Él se quedó pensando por un momento hasta que dijo: "Una oportunidad así sólo se da una vez en la vida. Por lo que... perdóname, mi amor, pero.. mi deseo sería tener a mi lado una mujer 30 años más joven que yo... 
La mujer quedó shoqueada mientras el hada hizo un círculo con la varita mágica y... ¡abracadabra!
¡¡¡El hombre pasó a tener 90 años!!!”

¿Fuerte , no? pero me parece un fiel reflejo de como nosotros hacemos los pedidos y después nos quejamos de que no los conseguimos.
¿Existe acaso, una manera de hacer pedidos efectivos?
¿ Podríamos aprender a pedir de forma inteligente?
¿Existen claves que nos llevarían siempre al éxito?
Considero que si y aquí estoy dispuesta a compartirlas contigo
Primero necesitamos pedir a alguien que sepamos de antemano que nos puede complacer, que sabe cómo y está disponible para nosotros. También es importante elegir el momento para hacerlo. Esto puede marcar una gran diferencia.
 -Te pido que me quieras
¿Qué tendría que estar haciendo para
que ella se sintiera querida?
Segundo: necesitamos ser específicos y concretos. Saber claramente que es lo que necesitamos del otro y no dar por obvio que nos va a entender con pocas palabras. También necesitamos avisarle para qué momento queremos lo que le estamos pidiendo. Aunque tu pienses que el momento es siempre ahora conviene darle un tiempo para que pueda satisfacer tu pedido.
Te sugiero que pienses en proponerle algo a cambio para que sea un juego win win. Esto motivará al otro a decirte que sí. Al añadirle valor provocarás su escucha y su buena predisposición.
 
-Quiero paz y armonía en este equipo.
El Universo: Qué podría darle a este señor para que sintiera que hay paz y armonía
en su equipo?
 Tercero: Pide con convicción de que te van a decir que sí, con seguridad en vos mismo. Busca tener una corporalidad centrada, mirando de frente, parado derecho, hablando claro y haciendo lo mas simple posible tu pedido . Enredarse en palabras es visto como símbolo de poca convicción y debilidad.
  -Quiero que las cosas salgan bien
¿Qué tendría que estar pasando para que considerara
que las cosas están saliendo bien?
Cuarto: pide hasta que lo consigas. Con esto te quiero decir que la perseverancia puede ser el camino de tu éxito. Si necesitas algo hazte cargo de eso, busca diferentes personas, diferentes momentos, diferentes maneras y no pares hasta no conseguir lo que quieras.
¿Cuál es el precio que pagas por no hacer pedidos y arreglártelas solo?
¿Qué emociones aparecen cuando te dicen que no?
¿Qué piensas de ti mismo cuando no haces un pedido efectivo?
¿De qué manera el no saber pedir te deja lejos de tus resultados?
  Dime donde no pides
y te diré dónde sufres
Patricia Hashuel

Gabriel José García Márquez

Gabriel José García Márquez   Aracataca ,   Magdalena ,   Colombia ;   6 de marzo   de   1927 Ciudad de México ,   México ;   17 de abril   ...