Hipatia de Alejandría
No se sabe con
seguridad la fecha de su nacimiento, pero la más valorada es del año 355, en
Alejandría, su muerte se cree que fue en marzo de 415 o 416.
Fue una filósofa y maestra neoplatónica griega,
natural de Egipto,
que destacó en los campos de las matemáticas y
la astronomía,
miembro y cabeza de la Escuela neoplatónica de Alejandría a
comienzos del siglo V.
Seguidora de Plotino,
cultivó los estudios lógicos y
las ciencias exactas, llevando una vida ascética. Educó a una
selecta escuela de aristócratas cristianos y paganos que ocuparon
altos cargos, entre los que sobresalen el obispo Sinesio de Cirene —que
mantuvo una importante correspondencia con ella—, Hesiquio
de Alejandría y Orestes, prefecto
de Egipto en el momento de su muerte.
Hija y discípula del astrónomo Teón,
Hipatia es la primera mujer matemática de la que se tiene conocimiento razonablemente
seguro y detallado. Escribió sobre geometría, álgebra y astronomía, mejoró el
diseño de los primitivos astrolabios —instrumentos
para determinar las posiciones de las estrellas sobre
la bóveda
celeste— e inventó un densímetro, por ello está
considerada como una pionera en la historia de las mujeres
en la ciencia.
Como dice el filósofo
Damásio en el siglo VI, al hablar de Hipatia “de naturaleza más noble que su
padre, no se conformó con saber que vienen de las ciencias, matemáticas, en las
que había sido introducida por Theón, sino que se dedicó a las otras ciencias
filosóficas, con mucha entrega”.
Damásio habló de
la actitud de Hipatia sobre el sexo “además de conseguir el grado más alto
de la virtud práctica en el arte de enseñar, era justa y sabia, y se mantuvo
toda la vida virgen”. Cuenta que un discípulo de Hipatia le confesó que
estaba enamorado de ella, Hipatia le arrojó un trapo manchado con su sangre
menstrual, diciéndole “De esto estás enamorado y no tiene nada de
hermoso”.
Hipatia siempre
hacia ejercicio físico de una forma diaria para asegurarse un cuerpo saludable
y una mente funcional.
La escuela de Hipatia
En torno al año 400 la filósofa
se había convertido en líder de los neoplatónicos alejandrinos, y, de acuerdo a
la Suda se dedicó a la
enseñanza, centrándose en las obras de Platón y Aristóteles. La casa de
Hipatia se convirtió en un centro de instrucción donde acudían estudiantes de
todas partes del mundo romano, atraídos por su fama. Entre sus alumnos había
cristianos, como por ejemplo su alumno predilecto, Sinesio de Cirene (con
posterioridad obispo de Ptolemaida entre 409 y
413), perteneciente a una familia rica y poderosa, que mantuvo una gran amistad
con su maestra. Este personaje dejó escrita mucha información sobre Hipatia. Se
refería a ella como "la auténtica maestra de los misterios de la filosofía". Gracias a
él conocemos sus obras, aunque ninguna se haya conservado.
Egipto en esa época
Egipto era sede de
una de las comunidades cristianas más importantes del Imperio, y el Patriarca
de Alejandría gozaba del máximo prestigio e influencia, junto a sus
colegas de Jerusalén, Antioquía, Constantinopla y Roma. Sin embargo, la
teórica primacía de Roma no se traducía en autoridad suprema. Durante los
siglos IV y V los conflictos doctrinales y las luchas de poder entre los
patriarcados, en especial entre Alejandría y Constantinopla, fueron constantes.
Charles William
Mitchell, un pintor prerrafaelita de Newcastle, representó a Hipatia de
Alejandría como una mujer de gran belleza y sabiduría, justo antes de ser
atacada brutalmente por una turba de cristianos. Hipatia, quien fue acusada
injustamente por un grupo de fanáticos religiosos en la tumultuosa Alejandría
de comienzos del siglo V, aparece aquí junto al altar de un templo cristiano,
cubriendo su cuerpo desnudo con su cabello largo y rojizo, más propio de la
pintura prerrafaelita. Por su rostro lívido y desencajado se nota que intuye su
trágica muerte.
“Como tenía
frecuentes entrevistas con Orestes [el prefecto imperial de Alejandría] se
informó de forma calumniosa entre el populacho cristiano que fue por su
influencia que él fue prevenido de reconciliarse con Cirilo [el Patriarca de
Alejandría]. Por lo tanto, algunos de ellos, cuyo cabecilla era un lector
llamado Pedro, se apresuraron movidos por un entusiasmo feroz y fanático y
emprendieron una conspiración contra ella. Y vigilándola mientras regresaba a casa en su carro,
la bajaron de él, la arrastraron y se la llevaron a la iglesia llamada Cesáreo,
donde la desnudaron completamente y la asesinaron [golpeándola o cortándola]
con tejas [o conchas]. Después de despedazarla, se llevaron
sus miembros destrozados a un lugar llamado Cinarón y los quemaron”, relata el
historiador Sócrates Escolástico, coetáneo de Hipatia.
Sócrates Escolástico dice “Consiguió tal grado de
cultura que superó a todos los filósofos contemporáneos. Heredera de la escuela
neoplatónica de Plotino, explicaba todas las ciencias filosóficas a quien lo
deseara. Con este motivo, quien quería pensar filosóficamente iba desde
cualquier lugar hasta donde ella se encontraba”.
Actualmente, no se conservan ninguna de las obras de
Hipatia. Sin embargo, se conocen a través de sus discípulos Sinesio de Cirene y
Hesiquio de Alejandría.
Algunas de sus
frases conocidas:
·
Comprender las cosas que nos rodean es la mejor preparación para comprender
las cosas que hay más allá.
· De hecho, la gente se pelea por una superstición tanto como por una verdad, o incluso más. Ya que una superstición es tan intangible que es difícil demostrarla para refutarla, y la verdad es un punto de vista, y por tanto, se puede cambiar.
· Defiende tu derecho a pensar, porque incluso pensar de manera errónea es mejor que no pensar.
· Dios ha creado al hombre como un animal sociable, con la inclinación y bajo la necesidad de convivir con los seres de su propia especie, y le ha dotado, además, de lenguaje, para que sea el gran instrumento y lazo común de la sociedad.
· El que influye en el pensamiento de su tiempo, influye en todos los momentos que le siguen. Deja su opinión para la eternidad.
· Gobernar encadenando la mente por miedo o por temor al castigo en otro mundo es igual de básico como usar la fuerza.
· La verdad no cambia porque sea o no sea creída por la mayoría de las personas.
· La vida es crecimiento, y cuanto más viajamos, más verdad podemos comprender. Comprender las cosas que nos rodean es la mejor preparación para comprender las cosas que hay más allá.
· Las fábulas se deben enseñar como fábulas, los mitos como mitos y los milagros, como fantasías poéticas. Enseñar supersticiones como si fuesen verdades es terrible. La mente del niño las acepta y cree, y solo con un gran dolor, y tal vez la tragedia, se podrá librar de ellas con los años.
· Todas las religiones formales son falaces y no deben aceptarse por respeto a uno mismo.
· Independientemente de nuestro color, raza y religión, somos hermanos.
· De hecho, la gente se pelea por una superstición tanto como por una verdad, o incluso más. Ya que una superstición es tan intangible que es difícil demostrarla para refutarla, y la verdad es un punto de vista, y por tanto, se puede cambiar.
· Defiende tu derecho a pensar, porque incluso pensar de manera errónea es mejor que no pensar.
· Dios ha creado al hombre como un animal sociable, con la inclinación y bajo la necesidad de convivir con los seres de su propia especie, y le ha dotado, además, de lenguaje, para que sea el gran instrumento y lazo común de la sociedad.
· El que influye en el pensamiento de su tiempo, influye en todos los momentos que le siguen. Deja su opinión para la eternidad.
· Gobernar encadenando la mente por miedo o por temor al castigo en otro mundo es igual de básico como usar la fuerza.
· La verdad no cambia porque sea o no sea creída por la mayoría de las personas.
· La vida es crecimiento, y cuanto más viajamos, más verdad podemos comprender. Comprender las cosas que nos rodean es la mejor preparación para comprender las cosas que hay más allá.
· Las fábulas se deben enseñar como fábulas, los mitos como mitos y los milagros, como fantasías poéticas. Enseñar supersticiones como si fuesen verdades es terrible. La mente del niño las acepta y cree, y solo con un gran dolor, y tal vez la tragedia, se podrá librar de ellas con los años.
· Todas las religiones formales son falaces y no deben aceptarse por respeto a uno mismo.
· Independientemente de nuestro color, raza y religión, somos hermanos.
Fuentes: