domingo, 11 de octubre de 2015

Que rápido pasa el tiempo



Que rápido pasa el tiempo



Que rápido que vivimos en estos tiempos que nos tocan vivir. Este es un tema recurrente en mí, no lo puedo evitar. No sé si a ustedes les pasa, pero el tiempo se me pasa volando y no hago ni la mitad de las cosas que quiero hacer. 



El otro día veía un video presentación con algunas reflexiones realmente importantes, de esas que te dejan pensando, quizás no tengan mucho que ver, pero me gustan. Algunas de esas las copié y las adjunto aquí como imágenes para que acompañen estas líneas. 



Cada día es un desafío que nos ponemos, porque queremos hacer tantas cosas que vamos a mil kilómetros por hora. Y claro, nos perdemos el paseo entre el kilómetro uno y el kilómetro mil.


Pareciera como si todo debería ser inmediato. Nos pasan un texto para leer y son más de cuatro párrafos o más de una carilla, horror, ¿de dónde saco el tiempo para leer todo eso? Comparten con nosotros un video de más de dos minutos y es ¿cómo…tan largo? Una película que dure más de cien minutos ya es cuestionada, sobretodo si no tiene toda la acción y las escenas trepidantes propias de nuestros tiempos que mantengan nuestra atención…

Pareciera que todo pasa por ahí, por mantener nuestra atención no más de los dos o tres minutos “estándar”.


Hace un montón que no me sentaba a escribir algo, ni siquiera a alimentar mi blog. De hecho voy apilando cosas para leer, que guardo ordenadamente para poner aquí, en mi blog. Al preguntarme porque no me pasaba por aquí, me di cuenta de todo esto, de la adrenalina con la que convivimos día a día, desde que nos levantamos, corriendo para ir a trabajar, quizás hasta tenemos tiempo de desayunar algo, quizás. Y así seguimos a lo largo del día, agenda llena de tareas, comida vertiginosa peligrosamente rápida para nuestra salud, volvemos al trabajo, que no terminamos, nos quedamos después de hora, aun así tampoco alcanza, bueno, pues nos lo llevamos para casa. Claro en casa también hay cosas para hacer, nuestra gente que nos espera con los brazos abiertos, llenos de amor y quizás también  llenos de problemas que compartir y que resolver, también toca disfrutar de nuestro tiempo, algo de deporte, algo de vida social, algo de distracción, pero claro, nos habíamos llevado algo del trabajo que aún no terminamos y…y así.
Por contrapartida, vamos siendo conscientes de todo esto y vamos parando los motores, vamos deteniendo la moto en mitad del camino para ver el paisaje. Vamos encontrando el hueco para compartir un café con el amigo, la amiga, ese ser querido que hacía tiempo no veíamos. Vamos dejando ese trabajo que no terminamos hoy que mañana ya lo terminaremos. Nos cuidamos y nos damos ese gusto de hacer el deporte que nos gusta, le dedicamos ese tiempo a nuestra familia que es irrepetible y que siempre recordaremos como ese tiempo tan bien invertido. Nos sentamos a comer algo saludable, al mejor estilo slowfood, disfrutando de ese tiempo en cada mordisco. Reencontrándonos con la gente que queremos pero en persona. Que no es lo mismo estar detrás del monitor del PC y ver la vida de tus seres queridos a través de las redes sociales, o enviar un mensaje de vez en cuando, no, no es lo mismo ni de cerca. 


Me pone contento que cada día más gente no solo intenta sino logra encontrar tiempo para la familia, los amigos, para su deporte, para disfrutar de una buena y tranquila comida, para ese libro que quería leer o para ese ratito al sol. Lo voy viendo por la calle, con los amigos, en las redes sociales y en mí. Espero que hayan encontrado el tiempo para leer hasta acá, y que de a poco, todos vayamos encontrando el tiempo para lo realmente importante, para recuperar el tiempo en las cosas que sí nos llevamos.

Daniel Gómez Debenedetti

lunes, 22 de junio de 2015

El día del padre, que día…



El día del padre, que día…

Hoy por supuesto, pensé mucho en mi viejo. En todo lo que representó en mi vida, de lo que me marcó su vida, su comportamiento, su responsabilidad, su alegría de vivir, su sonrisa, su don de gentes, su presencia, su amor por mi vieja, por nosotros, por su familia, por sus amigos.
Que bueno es para mí poder recordarlo con alegría, con una sonrisa en la cara sabiendo que pude disfrutarlo y que dejó una marca imborrable en mí.  Una marca que me acompañará hasta el final de mis días, que es parte de mí, que soy yo, el fruto del amor de  mis viejos que hicieron de mí este hombre que les escribe.

Una canción que me trae a mi viejo y a todos los viejos del mundo, que me trasmite esa sensación de paz y de tranquilidad al final de una vida bien vivida es la canción de Piero, “Viejo mi querido viejo”. Les dejo la letra y el video de cuando Piero era un pibe, espero que lo disfruten como yo.

Un abrazo grande y apretado para todos esos padres que se cruzaron en mi vida y me dieron un poco de esa sabiduría y de esa magia y para todos esos padres que caminan junto a mí en esta hermosa vida que nos toca disfrutar cada día.

Viejo, mí querido viejo
Es un buen tipo muy viejo,
Que anda solo y esperando,
Tiene la tristeza larga,
De tanto venir andando,

Yo lo miro desde lejos,
Pero somos tan distintos,
Es que creció con el siglo,
Con tranvía y vino tinto,

Viejo, mi querido viejo,
Ahora ya caminas lento,
Como, perdonando al viento,
Yo soy tu sangre mi viejo,
Soy tu silencio y tu tiempo,

El tiene los ojos buenos,
Y una, figura pesada,
La edad se le vino encima,
Sin carnaval ni comparsa

Yo tengo los años nuevos,
Mi padre los años viejos,
El dolor lo lleva dentro,
Y tiene historia sin tiempo,

Viejo, mi querido viejo,
Ahora ya caminas lento,
Como, perdonando al viento,
Yo soy tu sangre mi viejo,
Soy tu silencio y tu tiempo,

Yo soy tu sangre mi viejoooooo……….

domingo, 7 de junio de 2015

El incesto es una posibilidad




Hola gente,
Hace rato que no me doy una vuelta por aquí. El ritmo loco de la vida que llevamos, de la vida que llevo, me tiene priorizando otras cosas. Sigo leyendo, aunque quizás no tanto ni tan variado como siempre. Pero bueno, me propuse encontrar huecos para disfrutar de la buena lectura que hay ahí afuera, que me llena y me satisface. No al punto de un buen libro, que eso sí está presente en cada día de mi vida. no me imagino un día sin tener un libro en la mano, aunque sea para leer un par de páginas. Me refiero más a la lectura casual, a tirar de una punta y que salga un tema interesantísimo que no me imaginaba que podría ser así. Esa punta que puede ser una palabra, un chiste, un comentario, un nombre de alguien que hizo algo, de una charla con amigos, de un dialogo en una peli...que se yo, de algo que te ilumine la curiosidad y te invite a buscar algo más, algo que me termine de explicar el que.
Un buen comienzo puede ser este texto de este escritor tan particular, que toca temas tan sensibles y tan cercanos al corazón de ser humano. Espero que lo disfruten como yo y que, al terminar de leerlo, los deje pensando en las múltiples formas de relacionarse, de amar del ser humano y de los límites que pone la sociedad…¿O el hombre?¿O es lo mismo?

El incesto es una posibilidad



Hoy causaremos algunas bajas.
Es un riesgo que debemos asumir, todos.
El incesto es una posibilidad.
Una realidad que debemos asumir, todos.
El incesto, que dicen que no es honesto, que dicen que no es puro.
Normalmente, asociamos el incesto con un abuso hacia un menor. Yo no voy a abrir esa puerta porque todas las puertas en las que no haya consentimiento por ambas partes están para mí cerradas con llave.
Yo hablo de las relaciones incestuosas entre adultos.
Piensa en un padre que se enamora de su hija adulta. Una hija adulta que se enamora de su padre. Mantienen relaciones sexuales y conviven como pareja.
Piensa en un hijo adulto que se enamora de un padre. Un padre que se enamora de su hijo adulto. Mantienen relaciones sexuales y conviven como pareja.
¿Te produce asco ese pensamiento?
¿Puedes trascender ese asco?
¿Quieres hacerlo?
Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto.
Tu asco es un asco insecto.
El mismo que sientes cuando se te cruza una cucaracha: un desprecio absolutamente irracional.
Dame una sola razón que no sea tu aversión.
Tu repulsión,
odio,
animadversión,
grima,
desagrado,
aborrecimiento,
disgusto,
temor,
desazón,
náusea,
arcada,
vómito.
Piensa en estas personas que se sienten mal por sentir lo que sienten y hacer lo que hacen.
Porque tú les haces sentir mal con tu cara de repugnancia.
Porque les prohibimos que se casen, porque les hacemos persecuciones a su sentimiento, porque nos parece mal lo que otros (y solo otros) puedan hacer sin dañar a nadie.
Ahora vamos a hablarle a alguien que no entiende las relaciones homosexuales.
Hagámosle que piense en una persona adulta que se enamora de otra persona adulta de su mismo sexo. Mantienen relaciones sexuales y conviven como pareja.
Seguramente le producirá asco.
Un asco insecto.
El mismo que sientes tú cuando piensas en hermanos en una misma cama.
¿Y si mi idea de lo hermoso fuera un desecho para el resto?
¿Y si no hay coincidencia con la mayoría?
Entonces nos convertimos en monstruos.
Monstruos que tienen que esconderse de la luz del día.
Nosotros los homosexuales hemos reconquistado algunas mentes.
Es el turno de los incestuosos, claro que sí.
El incesto entre tío y sobrina hizo blanco a 'Copito de Nieve'.
El incesto le hizo único para ser admirado.
Pase lo que pase.
Pese al que le pese.
Piensen lo que piensen.
Yo me sobrepongo a mi asqueroso pensamiento.
Te miro a ti y a tu hermano o a tu prima y a tu padre dándose placer.
Y solo alcanzo a ver lo hermoso.
Lo honesto.
Y lo puro.

Roy Galán
https://www.facebook.com/RevolutionRoy?fref=ts
 

lunes, 30 de marzo de 2015

El beso volado



Todavía estamos conmovidos por la tragedia, ¿Todavía? vaya palabra, porque  en realidad permanecerá en la vida de muchísimas personas clavado en lo más hondo de su ser...y al resto sí, quizás se nos vaya pasando, como irá pasando de páginas a página o a mención o a finalmente desaparecer de los periódicos...Aquí el escritor lo reflejó muy bien y por eso os lo comparto. Disfruten de esta semana tan especial y non se priven de nada, la vida es hoy 

El beso volado


150 conciencias desvanecidas en los Alpes y cuatro perros abandonados que viajaban en jaulas hacia su nuevo hogar.
Hoy, 25 de marzo de 2015, ya no están aquí.
Y miles de personas que se han quedado con los labios en forma de beso, haciendo un sonido al vacío, enganchado entre los dientes, como carne de nuez, como una pipa.
Cuando te vea te voy a comer a besos.
Ven ya, que te hago lasaña.
Espero que me hayas traído un regalo, si no, no entras en casa.
¿A qué hora llegabas?
Nunca.
No llegaron nunca.
Caídos del mundo en pleno tránsito, sin posibilidad alguna de despedirse.
Imagino alguien en su butaca intentando encender su teléfono móvil.
El sonido al encenderse.
Abrir mensajes.
Escribiendo.
Y entonces el golpe.
La caja negra de la pérdida está llena de manos. Manos que se aferran a una barandilla. Manos a la cabeza. Manos que abrazan. Manos en la frente. Manos que agarran. Manos que se apoyan. Manos a la boca. Manos que encienden velas. Manos que cogen micrófonos que llevan cables.
Manos para cuando solo nos queda un trozo de titanio.
¿Pero cuánto nos dura la desazón?
¿Dos horas, tres días, una semana?
Sí, no somos nosotros, no es ninguno de los nuestros. Lo olvidamos.
Un lazo negro, un qué horror, un tristísimo día, un compartir la noticia, un miedo a volar, un pobres familias.
Y nos hacemos un selfie para quitarnos la angustia. O comemos. O rezamos. O buscamos un orgasmo. O encendemos la tele. O leemos un chiste. O hacemos deporte. O pegamos un puñetazo a una puerta.
Nos quedamos en la misma postura, justo antes de saltar, petrificados.
Yo no puedo olvidarlo.
Porque cada persona que deja este mundo me recuerda a mi madre.
A mi madre queriendo quedarse y yéndose.
A mi madre dándome el amor para que siguiera por ella.
Todos somos lo mismo.
Nosotros íbamos en ese avión aunque ahora sigamos aquí.
Somos la prueba viviente de ellos.
Somos lo que nos queda por hacer.
Por amar.
No te guardes ningún beso.
La gran catástrofe es que tengas miedo a estar vivo y a sentir.
Que tengas miedo a que te hagan "daño".
La gran tragedia es cuando ya ni siquiera te pueden hacer daño.
Porque no fueron nuestras conciencias, sino la de ellos, tenemos otra oportunidad.
Para escribir ese mensaje y dar las gracias por todo.
Para querer y dejarnos querer.
Mientras duremos

Roy Galán

Gabriel José García Márquez

Gabriel José García Márquez   Aracataca ,   Magdalena ,   Colombia ;   6 de marzo   de   1927 Ciudad de México ,   México ;   17 de abril   ...