lunes, 26 de marzo de 2012

Los altos cargos deberán restituir lo malversado e indemnizar al Estado

Estas son noticias que te sacan una sonrisa y que te hacen creer en un mañana mejor.

Seguro que se puede estropear, pero me quedo con la reflexión de ese futuro mejor y con la sonrisa.

Besos

Los altos cargos deberán restituir lo malversado e indemnizar al Estado


El Confidencial26/03/2012 (18:05h)

Los altos cargos de la Administración que cometan faltas ‘graves y muy graves’ a la nueva Ley de Transparencia podrán ser castigados hasta con la inhabilitación de 5 a 10 años para ocupar cargo público y, además, deberán restituir lo que hayan malversado o derrochado e indemnizar a la Hacienda Pública. Estas son algunos de los términos que recoge la nueva ley publicada en Internet por el Gobierno.
El nuevo texto recoge una serie de sanciones para los altos cargos de la Administración, entendidos por tales hasta el director general, que pueden ser, en una escala de menos grave a más grave:
-La declaración del incumplimiento y su publicación en el Boletín Oficial del Estado.
-La destitución en los cargos públicos que ocupen, salvo que ya hubieran cesado en los mismos.
-La no percepción, en el caso de que la llevara aparejada, de la pensión indemnizatoria creada por el artículo 10 de la Ley 74/1980, de 29 de diciembre.
-La inhabilitación para ocupar alguno de los cargos incluidos en el artículo 22 durante un periodo de entre 5 y 10 años.
La ley establece que “las sanciones aplicables en cada caso por la comisión de infracciones muy graves, graves o leves” se determinarán en base “la naturaleza y entidad de la infracción”, “la gravedad del peligro ocasionado o del perjuicio causado”, “las ganancias obtenidas, en su caso, como consecuencia de los actos u omisiones constitutivos de la infracción”, “las consecuencias desfavorables de los hechos para la Hacienda Pública respectiva”, “a circunstancia de haber procedido a la substancia de la infracción por propia iniciativa” y “la reparación de los daños o perjuicios causados”.
No obstante, cuando las infracciones pudieran ser constitutivas de delito, la Administración pondrá los hechos en conocimiento del Fiscal General del Estado y se abstendrá de seguir el procedimiento mientras la autoridad judicial no dicte una resolución que ponga fin al proceso penal.
4. Eso sí, y como aclara la ley, en todo caso si un político comete las infracciones ‘graves o muy graves’, conllevará siempre como consecuencia “la obligación de restituir, en su caso, las cantidades percibidas o satisfechas indebidamente” y “la obligación de indemnizar a la Hacienda Pública en los términos del artículo 176 de la Ley 47/2003, de 26 de noviembre, General Presupuestaria”.
Para la nueva ley de Transparencia, las infracciones muy graves que puede cometer un alto cargo de la administración general, local o autonómica, son las siguientes:
a. La incursión en alcance o malversación en la administración de los fondos públicos.
b. La administración de los recursos y demás derechos de la Hacienda Pública sin sujeción a las disposiciones que regulan su liquidación, recaudación o ingreso en el Tesoro.
c. Los compromisos de gastos, reconocimiento de obligaciones y ordenación de pagos sin crédito suficiente para realizarlos o con infracción de lo dispuesto en la Ley 47/2003, de 26 de noviembre, General Presupuestaria, o en la de Presupuestos u otra normativa presupuestaria que sea aplicable.
d. La realización de pagos reintegrables, de conformidad con lo establecido en el artículo 77 de la 47/2003, de 26 de noviembre, General Presupuestaria, o, en su caso, en la normativa presupuestaria equivalente en el caso de administraciones distintas de la General del Estado.
e. La ausencia de justificación de la inversión de los fondos a los que se refieren los artículos 78 y 79 de la Ley 47/2003, de 26 de noviembre, General Presupuestaria y la Ley General de Subvenciones o, en su caso, la normativa presupuestaria equivalente de las administraciones distintas de la General del Estado.
f. El incumplimiento deliberado de las obligaciones establecidas en los artículos 12.5 y 32 de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.
g. La realización de operaciones de crédito y emisiones de deudas que contravenga lo dispuesto en la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.
h. La no adopción de las medidas necesarias para evitar el riesgo de incumplimiento previstas en el artículo 19 de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.
i. La suscripción de un convenio de colaboración o concesión de una subvención a una Administración Pública que no cuente con el informe favorable del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas previsto en el artículo 20.3 de la de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.
j. La no formulación del plan económico financiero exigido por el artículo 21 de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera o su no puesta en marcha en plazo.
k. La no presentación del plan de requilibrio exigido en el artículo 22 de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera o no ponerlo en marcha en plazo.
l. El incumplimiento deliberado e injustificado de las obligaciones de suministro de información o de justificación de desviaciones en el cumplimiento de medidas y planes previstos en la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.
m. El incumplimiento deliberado de las medidas de corrección previstas en los planes económico-financieros y de requilibrio previstos en el artículo 21 y 22 de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.
n. La no adopción del acuerdo de no disponibilidad o la no constitución del depósito previsto en el artículo 25 de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.
o. La no atención al requerimiento del Gobierno previsto en el artículo 26 de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.
p. El incumplimiento de las medidas necesarias para garantizar la ejecución forzosa de las medidas adoptadas por el Gobierno previstas en el artículo 26 de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.

jueves, 22 de marzo de 2012

Escrito por Regina Brett, 90 años

Escrito por Regina Brett, 90 años, de "The Plain Dealer", Cleveland, Ohio

Para celebrar la llegada a mi edad avanzada escribí unas lecciones que me ha enseñado la vida.

  • La vida no es justa, pero aún así es buena.
  • La vida es demasiada corta para perder el tiempo odiando a alguien.
  • Tu trabajo no te cuidará cuando estés enfermo. Tus amigos y familia sí. Mantente en contacto.
  • No tienes que ganar cada discusión. Debes estar de acuerdo en no estar de acuerdo.
  • Llora con alguien. Alivia más que llorar solo.
  • Cuando se trata de chocolate, la resistencia es inútil.
  • Haz las paces con tu pasado para que no arruine el presente.
  • No compares tu vida con la de otros. No tienes ni idea de cómo es su travesía.
  • Si una relación tiene que ser secreta, mejor no tenerla.
  • Respira profundamente. Eso calma la mente.
  • Elimina todo lo que no sea útil, hermoso o alegre.
  • Lo que no te mata, en realidad te hace más fuerte.
  • Nunca es demasiado tarde para tener una niñez feliz. Pero la segunda sólo depende de ti.
  • Cuando se trata de perseguir aquello que amas en la vida, no aceptes un "no" por respuesta.
  • Enciende las velas, utiliza las sábanas bonitas, ponte la lencería cara. No la guardes para una ocasión especial. Hoy es especial.
  • Sé excéntrico ahora. No esperes a ser viejo para serlo.
  • El órgano sexual más importante es el cerebro.
  • Nadie es renponsable de tu felicidad, sólo tú.
  • Enmarca todo supuesto "desastre" con estas palabras: "En cinco años, ¿esto importará?"
  • Perdónales todo a todos.
  • Lo que las otras personas piensen de ti, no te incumbe.
  • El tiempo sana casi todo. Dale tiempo al tiempo.
  • Por más buena o mala que sea una situación, algún día cambiará.
  • No te tomes tan en serio. Nadie más lo hace.
  • No cuestiones la vida. Sólo vívela y aprovéchala al máximo hoy.
  • Llegar a viejo es mejor que la alternativa.....morir joven.
  • Todo lo que verdaderamente importa al final es que hayas amado.
  • Sal todos los días. Los milagros están esperando en todas partes.
  • Si juntáramos nuestros problemas y viéramos los montones de los demás, querríamos los nuestros.
  • La envidia es una pérdida de tiempo. Tú ya tienes todo lo que necesitas.
  • Lo mejor está aún por llegar.
  • No importa cómo te sientas... arréglate y preséntate.
  • Cede.
  • La vida no está envuelta con un lazo pero sigue siendo un regalo.

jueves, 8 de marzo de 2012

Los niños que creían en nada


Los niños que creían en nada

Nadie le daría trabajo con lo vieja que estaba, e indagar sobre si disponía de ahorros para montar un negocio en toda regla sería una falta de sensibilidad; por no decir un exceso de estupidez. Qué hacer cuando las carnes te exigen sobrevivir. ¿Pedir limosna? Buenos Aires ya no estaba para eso. Tendría que ganarse la vida haciendo algo de dudosa moralidad. Qué cosa. Qué podría hacer sin perjudicar a la gente. Optó por vender aire, como lo hacían miles de empresas, pero ella no sería una desalmada. Cobraría montos irrelevantes y el aire que daría a cambio no contendría un valor superfluo.
Empezaría a venderlo de inmediato porque, además, sabía que ningún pariente le iba a dar cobijo. No los tenía, ni hacia los lados ni hacia abajo. Hacia arriba, menos. Sandra realmente era vieja. 57 años olvidada en la cárcel por haber matado a su marido le impidieron procrear. Era él o ella. Los moratones acumulados en su cuerpo lo demostraban, pero en el juicio no valieron. El abogado contratado por su suegra era de los caros, de esos con influencias.
Desde el 12 de octubre de 2003, Sandra anduvo libre por las calles. ¡Vaya mentira! Sus carnes la arrinconaron más que nunca. En su estómago tenía aire, pero uno muy distinto del que estaba por vender. En la cárcel había aprendido algo de magia. Hacía desaparecer objetos pequeños, como cigarrillos y monedas. Con una esfera de cristal de cuatro centímetros de diámetro no tendría problemas.

Entre la basura, encontró cajas de un tamaño ideal para empaquetar, una y otra vez, su única esfera. Sólo le faltaban cintas de colores para, en el momento de la venta, atar la caja correspondiente y adornarla con un listón. Las consiguió enseguida. 

Frente a una tienda de juguetes, interpretando el papel de una bruja buena de cuento, atraía la atención de los pequeños con un discurso dulce en el tono y seductor en las palabras: “Mira esta bola de cristal. Es ligera como el aire. Es mágica. Mágica para los que poseen el don. ¿Tú lo posees? No mires a tus padres, la respuesta sólo la puede saber uno mismo. Meteré esta bola especial en esta caja… así, ¿ves? Ahora, ataremos la caja con esta cinta para asegurarnos de que se mantenga cerrada hasta que llegues a tu casa. Si al abrirla descubres que la bola se ha desmaterializado (que ya no está), sabrás que posees el don. Pero la bola no habrá desaparecido, sólo habrá cambiado de lugar. Habitará dentro de ti para siempre y te será muy útil en tus sueños, porque con ella vencerás a cualquier monstruo y te ayudará a encontrar mundos llenos de personas y cosas bellas y alegres. Dormirás feliz”. Los padres, confiando en que la vieja los timase con una caja vacía, se la compraban por unas cuantas monedas.

Funcionaba.

El boca a boca hizo cada vez más conocida a la vieja de enfrente de la juguetería en  Rivadavia, entre la avenida Otamendi y Campichuelo.
A Sandra Febres Queipo se le recuerda como “La bruja de la bola invisible”. Murió el 7 de enero de 2005. Ni bien pasaron dos meses, la juguetería —que no voy nombrar para no hacerle publicidad— lanzó un producto con la imagen ilustrada de su personaje y con el nombre con el que se le conocía. No lo vendieron como esperaban. En 2008 dejaron de producirlo. Pensaron que la magia de Sandra también era comercializable, pero pasaron por alto el truco de su éxito. Era la voz de ella, la convicción en su tono, lo que agudizaba en los niños el don de creer… de creer que en esa nada que encontraban en la caja fuese posible todo.

Rafael R. Valcárcel www.nocuentos.com

Gabriel José García Márquez

Gabriel José García Márquez   Aracataca ,   Magdalena ,   Colombia ;   6 de marzo   de   1927 Ciudad de México ,   México ;   17 de abril   ...