“DEBEMOS REDEFINIR EL BIENESTAR”
Cómo vivir mejor: llega una 'nueva felicidad' más
realista
En un contexto como el actual, en el que las
depresiones y los cuadros de ansiedad se disparan, la búsqueda de la felicidad
parece una quimera, a la par que una necesidad de primer orden para volver a
disfrutar de la vida. No es casualidad que los libros de autoayuda proliferen
en las estanterías de las librerías. Sin embargo, en 2000 años de filosofía
sobre la felicidad todavía no se ha encontrado la receta definitiva. Vivimos tiempos de cambios, y los esquemas sobre los que se construían
los proyectos vitales ya no nos sirven. La nueva máxima es “vivir mejor con menos”, tal y como el economista Robert
Skidelsky sintetizaba a El Confidencial, a propósito de su último ensayo ¿Cuánto
es suficiente? Qué se necesita para una ‘buena vida’ (Crítica).
El filósofo galo Vincent Cespedes, autor de Estudio mágico de la felicidad, explica en este ensayo que el
bienestar personal tiene muchas caras, casi tantas como individuos, por lo que “no
existen estrategias únicas, como nos quieren hacer creer desde la ‘industria de
la felicidad’”. Eso sí, apunta a la bondad, el respeto al otro y el
reconocimiento social como los indicadores compartidos por las personas
felices. En definitiva, ser feliz “no es solo una cuestión de voluntad y de
capacidad para aplicar una serie de estrategias”, sino que tiene que ver con la
adaptación al convulso mundo que nos ha tocado vivir, y con la aceptación de
nosotros mismos y de nuestro papel en la sociedad, para así poder disfrutar del
día a día.
Saber conformarse
Como expresó recientemente el premio Nobel de
Economía Joseph Stiglitz, debemos redefinir los criterios del desarrollo
económico, pero también los del crecimiento personal (para tener salud
emocional). Los principios individualistas del Homo Economicus, que Daniel
Cohen ha revisado desde una perspectiva crítica, deberían ser desplazados por
los del ‘bien común’, según la propuesta de este economista. Ser feliz tiene
que ver con la adaptación a los cambios socioeconómicos que nos están tocando
vivir
La mayoría de los filósofos contemporáneos que han
tratado este asunto reconocen que es necesario incluir nuevas acepciones en la definición
de la felicidad para reajustarla a la posmodernidad. Ganar más dinero,
encontrar el amor ideal o tener el trabajo perfecto son máximas cada vez más
inalcanzables para el grueso de la sociedad que nos impiden conquistar el
bienestar. Unos objetivos que “provocan un perjudicial combate con nosotros
mismos y nos hacen vivir temerosos del futuro”, según suele apuntar el suizo Alexandre
Jollien en sus multitudinarias conferencias.
Aprender a renunciar
Las expectativas vitales deben estar a nuestro
alcance, según concluyen los teóricos de la ‘nueva felicidad’, y por ello animan
a no intentar alcanzar la “utópica” felicidad plena, sino a “vivir sin ser
infelices”. Una vuelta de tuerca, dicen, “más realista”. En este sentido,
aprender a renunciar y a reajustar las expectativas, atendiendo tanto a
nuestras limitaciones personales como a las impuestas por el entorno
socioeconómico, son dos principios fundamentales a tener en cuenta para
comenzar a ser menos infelices. Tenemos que ser capaces de reajustar nuestras
expectativas.
Las nuevas teorías de la ‘felicidad contemporánea’
sientan sus bases en la filosofía oriental, aunque mezclando mística y ciencia.
Lo más esencial, dicen, reside en ser abiertos de espíritu. De hecho, la
meditación y todas aquellas actividades dirigidas a la concentración y a la
búsqueda de la conciencia plena (mindfulness según el concepto original en
inglés), como puede ser el yoga, son muy recurrentes en el discurso de todos
estos intelectuales.
Disfrutar el momento
Si en las últimas décadas los ejercicios de
meditación han experimentado un fuerte impulso en Occidente, también lo han
hecho confundiendo algunos de sus principios. En muchas ocasiones estas
técnicas se utilizan para alimentar el ego más que para hacerlo desaparecer o
simplemente para relajarse en lugar de para alcanzar un estado ascético que nos
permita estar por encima de los problemas del día a día. “El arte de disfrutar
el momento” se basa en la capacidad para sortear los golpes de la vida
aceptándolos como una consecuencia inevitable de nuestra existencia.
Buscar la felicidad en los demás
Diversos estudios han coincidido en señalar que el dinero no da la felicidad. La acumulación de la riqueza
experimentada en Occidente en las últimas décadas ha ido paralela a un descenso
del grado de felicidad de las personas. El consumismo parece estar sumiendo a
la civilización en un círculo vicioso en lo que a bienestar se refiere. Los
bienes materiales ofrecen una satisfacción vana y efímera que nos aleja de la
felicidad plena porque siempre se querrá más y más.
Para el economista Daniel Cohen, la búsqueda de la
riqueza colectiva y no de la individual es la que realmente nos reporta una
satisfacción plena. Cohen valora más el trabajo en equipo que la competitividad
entre los individuos, así como el sentido de pertenencia a una comunidad. Una
red social asentada más allá de la familia y los amigos.
Diario el Confidencial
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013/01/29/como-vivir-mejor-llega-una-nueva-felicidad-mas-realista-113758/
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