Me reencontré con este texto que me sacó una sonrisa y me recordó todos
los buenos momentos que me hizo vivir Fontanarrosa a lo largo de toda mi vida,
con boogie el aceitoso, con el chiste de la contratapa del Clarín y sobretodo
con Inodoro Pereyra, uno de mis ídolos de siempre.
Pero aca lo tenemos con esa onda divertida pero seria a la vez, hirónico y auténtico, en
donde nos cuenta sus verdades en ese tono que solo él sabía hacer.
Los dejo con el texto que da gusto, a disfrutar de la semana que tiene
que ser espectacular
ESTAMOS DISTRAÍDOS
Mi amiga Coletta solía decir, y hace ya mucho tiempo:
"Estamos entrando en la edad del nunca me había pasado"..
Y es así. Decimos:
"Es curioso. Nunca me había pasado, me agaché a recoger un tenedor y se me trabaron cuatro vértebras de la columna".
Escuchamos:
"Es notable. Nunca me había pasado. Mordí un caramelo de limón y un premolar
se me partió en ocho pedazos".
Es que, así como se habla de un Primer Mundo y de un Tercero sin que nadie
conozca a ciencia cierta cuál es el Segundo, nosotros hemos pasado de la
Primera Edad a la Tercera sin recalar por la Segunda y el cuerpo acusa
recibo de tal apresuramiento.
El tiempo mismo, incluso, se ha tornado de una consistencia gelatinosa,
plástica, mutante.
Calculamos: - "Cuánto hace que se mudó Ricardo a su nueva casa?".
Y arriesgamos: - "Tres, cuatro años".
Hasta que alguien, conocedor, nos saca de la duda: - "Catorce".
Suponemos ante el amigo encontrado ocasionalmente en la calle:
- "Tu pibe debe andar por los seis, siete años". - "Tiene diecinueve- nos
contesta el amigo - ¡Vení Tacho!". Y nos presenta a una bestia de un metro ochenta, pelo verde,
un clavo miguelito clavado en la ceja y un cardumen de granos sulfurosos en
la mejilla.
Se corrobora entonces aquello que, dicen, decía John Lennon:
"Estamos entrando en la edad del nunca me había pasado"..
Y es así. Decimos:
"Es curioso. Nunca me había pasado, me agaché a recoger un tenedor y se me trabaron cuatro vértebras de la columna".
Escuchamos:
"Es notable. Nunca me había pasado. Mordí un caramelo de limón y un premolar
se me partió en ocho pedazos".
Es que, así como se habla de un Primer Mundo y de un Tercero sin que nadie
conozca a ciencia cierta cuál es el Segundo, nosotros hemos pasado de la
Primera Edad a la Tercera sin recalar por la Segunda y el cuerpo acusa
recibo de tal apresuramiento.
El tiempo mismo, incluso, se ha tornado de una consistencia gelatinosa,
plástica, mutante.
Calculamos: - "Cuánto hace que se mudó Ricardo a su nueva casa?".
Y arriesgamos: - "Tres, cuatro años".
Hasta que alguien, conocedor, nos saca de la duda: - "Catorce".
Suponemos ante el amigo encontrado ocasionalmente en la calle:
- "Tu pibe debe andar por los seis, siete años". - "Tiene diecinueve- nos
contesta el amigo - ¡Vení Tacho!". Y nos presenta a una bestia de un metro ochenta, pelo verde,
un clavo miguelito clavado en la ceja y un cardumen de granos sulfurosos en
la mejilla.
Se corrobora entonces aquello que, dicen, decía John Lennon:
"El tiempo es algo que pasa mientras nosotros estamos distraídos haciendo otra cosa".
Y suerte que estamos distraídos haciendo otra cosa. Mucho peor es
aburrirse.
Es dulce rememorar ciertos momentos, pero más me entusiasma pensar en las
cosas que tengo para hacer.
Es que muchos de esos ciertos momentos son muy viejos. Y por lo tanto vale
recordar el consejo dado por Javier Villafañe cuando alguien le preguntó
cómo hacía para conservarse tan joven pasados los ochenta años.
- "No me junto con viejos", respondió el maestro.
Y yo quiero agregar lo que un día dijo Jean Louis Barrault, famoso actor
francés, "la edad madura es aquella en la que todavía se es joven pero con mucho más esfuerzo".
Es dulce rememorar ciertos momentos, pero más me entusiasma pensar en las
cosas que tengo para hacer.
Es que muchos de esos ciertos momentos son muy viejos. Y por lo tanto vale
recordar el consejo dado por Javier Villafañe cuando alguien le preguntó
cómo hacía para conservarse tan joven pasados los ochenta años.
- "No me junto con viejos", respondió el maestro.
Y yo quiero agregar lo que un día dijo Jean Louis Barrault, famoso actor
francés, "la edad madura es aquella en la que todavía se es joven pero con mucho más esfuerzo".
Fontanarrosa
Bicho raro el hombre:
Nacer.....no quiere
Vivir........no sabe
Morir.......no quiere
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